El origen del mito

"Narra la leyenda
que la ciudad de Akra Leuka
la fundaron los Heraklidas"

miércoles, 12 de mayo de 2010

De la pillería del "Tigre" Danciulescu a la mala suerte del mártir Portillo

http://www.youtube.com/watch?v=eJLaVIp1YSw
Terminó el encuentro del atípico lunes pasado dejándome un extraño sabor en los labios. A ver si me explico; si bien estaba más que satisfecho con el empacho de goles que acaba de darme y por las frecuentes ráfagas de buen fútbol desplegado por el equipo, desde el principio el encuentro me pareció el típico partido entre dos equipos que no se juegan nada. Y no lo digo por el planteamiento, ojo, ni muchísimo menos; este fue sensacional y, además, los jugadores dieron el todo por el todo con el fin de dejar los tres puntos en el Rico Pérez, cosa que finalmente lograron; lo pienso por la increíble confianza y soltura que mostraron de pincipio a fin, poco habitual en equipos que se juegan tanto y, muchísimo menos, en una plantilla que venía de ver pulverizada una renta de once puntos con respecto al cuarto clasificado. Y eso, bien mirado, es una excelente noticia; la mejor que podía llegarnos a estas alturas, de hecho, pues la ausencia de autoestima y confianza era el principal problema de un equipo cuya confección a principios de temporada prometía de todo menos contratiempos.
Y si a las buenas noticias me aferro, no puedo olvidar la que un rumano de treinta y tres años protagoniza con una actuación de primera categoría en uno de los momentos más delicados, en la que yo consideraba "primera verdadera final". Ionel Daniel Danciulescu, apuesta personal del Boquerón Esteban ante la imposibilidad de adquirir un delantero nacional, ha demostrado a base de trabajo en equipo y goles en forma de astucias, pillerías, oportunismos y demás artimañas más propias de un pícaro carterista al estilo Dickens que de un jugador de fútbol, que es un jugador de muchísimo valor. Lástima la edad.
Para quién no parece pasar los años es para el vasco Sendoa. Año tras año deja en la grada a recién llegados con la vitola de titulares y que, en una liga regular de tanta exigencia como la Segunda División, nada pueden hacer contra la profesionalidad del siempre desprestigiado Sendoa Aguirre. Anteayer volvió a ser un puñal, como antaño.
Y lo que desde luego es una lástima es la mala suerte de Javi Portillo. Había partidos en los que los reproches eran dificilmente evitables teniendo en cuenta la mala dinámica del equipo y la escasa participación del jugador, pero poco poco está demostrando con más ímpetu que calidad que es un jugador de primera clase. Pronto llegarán los goles y se encumbrará en Luceros, si Dios quiere y la diosa Alea quita su maldición de encima de su peinada cabeza. Amen, al menos, lo de Luceros.

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